La ignorancia mata

Otra noche más en la que me despierto sobresaltada. Las 4 a.m. y un montón de imágenes me retumban en la memoria. El trabajo me consume. Me cuesta desconectar. No sé despreocuparme, ignorar la indiferencia de los niños. Todo les da igual. La gran mayoría no tienen interés por aprender. Me cuesta asumir que hemos creado una sociedad así, vulnerable, fácilmente maleable.
Los padres se vuelven agresivos cuando exiges a sus hijos, cuando intentas sacar lo mejor de ellos. Se ofenden porque les estás creando un problema. No tienen tiempo para atender a sus hijos.
Nos bajan el sueldo y muchos se ríen. Me siento confusa.
No me sale no enfadarme si no trabajan ni exigirles menos de lo que viene en los libros. Menos es nada.
Ellos son nuestro futuro. Pero o cambia un poco la historia o me temo que voy a perder un poquito la ilusión por mi trabajo.

Palabras de... una princesa (inconformista).

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