Dedicatoria

Para todos aquellos que, bajo un manto de estrellas, han llorado en silencio. Sí, para quienes han sentido la necesidad de gastar su garganta al decir ¡Basta! mientras dan un fuerte golpe a la pared. En horas de insomnio, deseas que las voces se alejen, que las imágenes se evaporen y, sentir que estás hueco por dentro para dejar de maldecir y desear estar muerto (metafóricamente hablando).

EN HORAS DE INSOMNIO

Me voy de aquí, no quiero más oírme;
de mi voz toda voz suéname a eco,
ya falta así de confesor, si peco
se me escapa el poder arrepentirme
.

No hallo fuera de mí en que me afirme
nada de humano y me resulto hueco;
si esta cárcel por otra al fin no trueco
en mi vacío acabaré de hundirme.

Oh triste soledad, la del engaño
de creerse en humana compañía
moviéndose entre espejos, ermitaño.
He ido muriendo hasta llegar al día
en que espejo de espejos, 
soy me extraño de mí mismo y
 descubro que no vivía.



Palabras de... Miguel de Unamuno.


0 comentarios:

Publicar un comentario