¿Por qué me merezco ser feliz?

Resulta arduo complicado abrirse en canal y hablar sobre uno mismo. A veces, empiezo a escribir y me doy cuenta de que no profundizo, escribo palabras sin decir nada tratando de ser ambigua. Quizá por disimular o por timidez, pero nunca por cobardía. Así que, como soy valiente, saltaré por la ventana, como aquella famosa frase de la película: "Los amantes del círculo polar".

Allá voy...

¿Por qué merezco ser feliz? Me preguntaste...

Merezco ser feliz por muchas razones. Esta lucha por ser feliz requiere constancia y la necesidad de dejarte personas por el camino. Estoy cansada de sentirme culpable por ser yo mi prioridad; por no acudir siempre que me llaman; por decir: "no"; por no estar de acuerdo con alguien cuando hasta la fecha lo he estado; por de repente, tener un visión diferente a la tuya; por cansarme de una actitud nociva y reiterada y no estar dispuesta a aguantarlo ni un minuto más. Pero me da miedo. Me da miedo no mantener todas esas atenciones por preocuparme por mí y, que desaparezcas. Porque cuando me necesitas, me siento importante. Siento que existo. Es solo que a partir de ahora, me necesito a mi misma.

Merezco ser feliz, sí.  Porque estoy en mi derecho. No soy de esas personas que ponen mil cortinas de humo para no ver lo que hay en su interior. Comencé este proceso de autoconocimiento hace ya seis años cuando empecé a practicar Hatha Yoga. Ay! Lo que remueve por dentro el Yoga! Por eso, o lo amas o lo rechazas.

La gente tóxica no entiende que la actitud es importante. Lo fácil es caer en la negatividad, el compadecerse de uno mismo, el victimismo. Pero cansa. Te aparta de las cosas bellas de la vida.

Cuando te hayas inmerso en la tormenta, cuesta. La vida cuesta, como dice Marwan. Es un esfuerzo grande el que hay que hacer para ver "el lado bueno de las cosas" (otra peli guay).  Tantos días en casa y te sientes triste por estar sola y aún así piensas, "Y ahora, ¿qué?". Pues ahora voy a poner incienso de India que aún me queda!!! Me pongo a desafinar con la guitarra... ¡Menos mal que no me oye nadie! o ¡Qué majos mis vecis que no se quejan!. Me pongo una copita de ese Ribera que me ha traído el mensajero y que no he tenido que cargar desde el super. Miro por la ventana... Impresionante puesta de Sol. Estoy harta de trabajar y, me llega otro correo. ¡Wooow! Un vídeo de mis alumnos diciendo que me echan de menos! Suena en el spoty un temazo y encuentro los acordes de guitarra en Internet. Como la tengo detrás del ordena, la cojo y pruebo un poco. ¡Genial! Ya tengo planazo para mañana. La actitud se entrena, como sonreír todos los días.

Y así con todo. Admiro a aquellas personas que tratan de salir adelante con todo su dolor y dando gracias a la vez por todo aquello bueno que tiene en la vida, aunque sea en momentos circunstanciales y sufriendo por aquello verdaderamente importante.

Sí, lo digo por mis padres y alguna "compañera". En especial, por mi madre. Su falta de actitud y aptitud, unida a una situación difícil pero elegida por propia voluntad, la está encaminado a una demencia con precedentes. Nos imaginamos a una persona con esta enfermedad como un ser querido que no recuerda ciertas cosas o que se siente perdida. Y es cierto, mi madre lo está. Pero no es algo que puedas llegar a imaginar. Se expresa con rabia, dureza. Hasta podría calificarla de tirana. Insulta. Critica. Si la concedes todos sus deseos, eres la mejor hija que se pueda tener. Pero si no, eres lo peor de este mundo. Como ella es infeliz, intenta que los demás también lo sean. Quizá por encontrar a alguien que la comprenda y la permita seguir quejándose una y otra vez. Y cuando expreso todo esto, después me siento mal. 

Pero yo merezco ser feliz. He ayudado en lo que he podido. Cuando llegas al límite en que tienes que elegir entre otra persona y tú... elijo yo. Porque merezco ser feliz.

¿Y por qué merezco ser feliz? La de vueltas que doy por contestar a esta pregunta, por Dioh! Enga...

Merezco ser feliz porque voy con mi sonrisa a cuestas e intento dar una chispa de humor a la vida sobre todo cuando estoy acompañada. Sé escuchar e intento hacer sentir bien a mi gente cuando estamos juntos. Merezco ser feliz porque siempre intento mostrar mi mejor versión. Porque me he dejado la piel, la salud y el alma por conseguir una plaza para no tener que preocuparme por mi sueldo aunque sí por mi trabajo; por ayudar a mi gente; por pedir perdón cuando me he dado cuenta de mis errores; por intentar ser mejor y exigir menos a los que quiero; Por no ser hipócrita y decir lo que siento y pienso de frente; lo que más me cuesta aceptar son mis errores. Ese afán por ser la persona perfecta y no defraudar a nadie. Merezco ser feliz por mis noches a solas, por todo lo que he perdido; porque merezco amar y ser amada aunque no me suela dejar llevar; porque aprecio pequeños detalles que a la mayoría le son inadvertidos. Me esfuerzo por ser una mujer completa, inquieta y no depender de nadie. Siempre fuerte, pero a solas... es otra historia ¿verdad?

¡Lo que daría yo por verme a través de tus ojos! Y luego pienso... ¿Y a mí qué me importa? Lo que pienses tú ni nadie. Algunas personas que me conocen me han expresado, sin yo preguntar, que derrocho energía, que soy más fuerte de lo que me creo. Hasta el momento, no soy capaz de visualizarme en un segundo plano. Pero si eso es lo que transmito, genial!

En resumen, merezco ser feliz ¡Y punto!

Palabras de ... M.




0 comentarios:

Publicar un comentario