El lago de la tranquilidad nace de las gotas que caen del espacio. Vienen de ninguna parte y no tienen prisa por llegar. Bajan tan lentamente del cielo que, si te sientas a verlas, envejeces de pronto. Los minutos y los años dejan de tener importancia. En el lago no hay oleaje, parece que no pasa el tiempo. Sin embargo se mueve con un ritmo perpetuo, mientras el principio y el fin duermen en su fondo.
RECETA PARA SER PACIENTE
- Cuatro frutos del árbol de "no importa".
- Batir con azúcar de parsimonia.
- Meterlo en la nevera y, cuando esté frío, beberlo con calma durante la vida entera.
- Como conviene esperar, se puede tomar un aperitivo de "mientras tanto", sacar la cabeza por la ventanilla y disfrutar del paisaje, encontrar amigos, enamorarse, tener hijos o no y hacerse viejo.
["Recetas de lluvia y azúcar"]
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