¿Qué dirías si tan solo contaras con mil palabras? Las últimas mil que salieran de tu boca...
¿Cómo reaccionarías si tu vida estuviera ligada a un árbol... si por cada palabra que pronunciaras, una de sus hojas se cayera y a su vez, uno de los hilos que componen tu existencia se rompiera?
A menudo hablamos y creemos que, en verdad, las palabras se las lleva el viento.Pero eso no es cierto. Muchas de ellas llegan a nuestros oídos quebrantando nuestra paz, arañando el alma, castigando el corazón.
Decimos, contamos sin expresar ni comunicar nada. Y a su vez, no escuchamos.
Teniendo un número limitado de palabras nos aportaría una gran lección: pensar más lo que decimos y a quién se lo queremos decir. Nos valoraríamos y valorarían más pues sería un lujo regalarlas así como recibirlas. Llenaríamos de sentimiento cada conversación sin arrepentimientos y tendríamos más con menos.
Ya no habría falsos "te quiero". Todo sería más intenso y verdadero. Desarrollaríamos nuestro lenguaje corporal. ¿Nos daríamos más besos? ¿Haríamos más el amor? mmmm ;D. La meditación sería una práctica diaria permitiéndonos conocernos mejor a nosotros mismos...
Hagamos las conversaciones más pausadas; invirtamos el tiempo en contar hasta diez antes de hablar; pasemos más tiempo mirándonos; disfrutemos los silencios y, usemos la boca para algo más que divagar!!!
Os dejo con esta maravillosa película culpable del post de hoy. Es genial!!
Palabras de... una princesa*