Carta para los días de lluvia...


Hoy llueve, pero recuerda que todas las flores que has plantado en tu jardín se regarán. Además, antes de que el cielo llore, huele a tierra mojada y eso, te encanta. Podrás anticiparte a lo que vendrá después.

No eres amiga de los paraguas, por si hace viento. Así que, ponte la capucha para no mojarte el pelo y poder sentir el frescor sobre tu rostro. 

Te propongo usar aquellas botas de cordones que tanto te gustan aunque ya no estén tan a la moda, por si te da por pisar algún charco como cuando eras niña.

Saca del armario la bufanda de cuadros, la del tacto suave que te regaló tu madre porque no le quedó más opción al ver lo mucho que te gustaba.

Coge la mochila, que vas más cómoda; lápiz de ojos para ver mejor (los agranda, ya sabes); un poco de perfume, el de siempre. Al pasar, sabrán que eres tú.

Ahora estás preparada, protegida y llena de ti, para enfrentarte a este día de lluvia, que por muy gris y nublado que parezca, también pasará.

Palabras de... una princesa*