¡No te olvidaré nunca, Lucas!

Parecía que nunca iba a llegar este momento, pero llegó. Después de 16 años Lucas se ha ido. ¡Qué pena! Ha sido muy bueno. Recuerdo cuando vino de la perrera llenito de pulgas cuando lo iban a sacrificar. Mis hermanos y yo hacíamos turnos para cuidarle. Siempre ha sido muy obediente. Nos ha dado muchísimo cariño. Siempre me ha gustado traérmele a casa de "vacaciones" aunque en realidad, lo que necesitaba era su compañía y su cariño. 

Ni si quiera me he podido despedir de él. Pero me reconforta el pensar que han sido muchas las ocasiones en las que le he dicho lo mucho que le quería, la de besos que le he dado y rascado las orejas.

Estamos todos muy tristes en casa. Se va a notar infinito que no está. Él era uno más de la familia. Más noble y educado que algunas personas con las que me he cruzado en mi vida. Pero a todos nos llega. 

Te voy a querer siempre y muchas cosas más...


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