Metamorfosis de una princesa

Llevo toda la semana buscando un hueco para escribir e intentar expresar lo dulce que fue el sábado pasado. Después de tantos días de tinieblas por fin me levanté sintiéndome contenta., FELIZ. Me dije... - Éste va a ser un día perfecto.- y, como todo en ésta vida, querer es poder.
Salió el Sol y me fui a pasear al campo para oxigenar los pulmones y liberarme de la contaminación que se hallaba en mi frágil corazón. Pensé... - ¡Qúe suerte la mía por ser un ente tan sensible! Todo lo vivo más intensamente .- Había preparado una pequeña sorpresa que llegó a su destino y logré arrancar una sonrisa a una persona (Objetivo: hacer que esa persona se sienta importante y feliz por un instante). No siempre es fácil arrancar sonrisas ¿eh? Son tiempos difíciles para todos.

Estuvimos paseando por un pequeño desierto donde sólo se intuían las voces quejicosas de algunas aves y los aleteos de las carpas en el agua, pude respirar hondo al fin. He tomado una decisión difícil de llevar a cabo para mi. Llevo dos meses de angustia, sufriendo las desavenencias de mi trabajo. No podía seguir con el insomio. Mis ojos brillaban por las lágrimas y no por mi luz. Y como a nadie de mi entorno laboral le importa, pues he decidido pensar en mi y en lo que necesito para ser feliz. Por primera vez, voy a intentar no ser la mejor y así podré relajarme. Tal vez, resulte ser menos profesional por no dar el 100% como hasta ahora.  Ésto va en contra de mis principios pero, como dijo Groucho Max, "Si no te gustan mis principios, tengo otros". Y eso es lo que he hecho, he buscado otros principios que me proporcionen mi felicidad y la de los que me rodean. La efectos de la metamorfosis empiezan a manifestarse.

Palabras de ... una princesa.

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