Preparando el cierre

El año se acaba y la verdad, tengo ganas de cerrar esta etapa. Ha sido un año muy intenso de principio a fin.

Lo más importante fue el estado de salud de mi hermano, mi padre y madre. Más de cuatro meses sintiendo la frustración de no poder hacer más que estar ahí. Cuando vives situaciones límite, lo demás no tiene valor alguno.

Comencé el verano cancelando un gran viaje que no pudimos realizar mi mejor amiga y yo, aunque llegaron otros cargados de buen rollo e ilusión y a la vuelta, intento de okupas en el piso de al lado. La cierto es que esto fue algo que me costó superar y mi viaje a Alemania me vino de perlas.

De hombres... de hombres mejor decir poco. La experiencia debería ayudarme un poco más a desarrollar mi visión más realista de la vida y no tanto la romántica. Cada vez presto más atención a mi intuición. No falla. Saber que esa persona es o no para ti es solo cuestión de analizar cómo te hace sentir, comentarios que hace de forma espontánea y que pasan inadvertidos y sobre todo, su forma de actuar contigo. Igualmente, hay que vivir para aprender, para no idealizar, para poder zanjar, para crecer, para enorgullecerte de quien eres ...

Y sin embargo, no todo han sido tropiezos. Más bien ha sido un periodo de superación. Mi estado de salud ha mejorado, he afianzado amistades y recuperado otra que se había distanciado. Me despedí de una persona tóxica, Marta. La quise un montón pero ella me enseñó otra lección: por mucho que te esfuerces, que des todo, quien no te valora no permanecerá a tu lado. Y como no reseñar mi súper notaza en el First de Cambridge al finnnnnnnnnnnn.

Así pues, a veces es mejor poner tierra de por medio para relajar tu mente y ver las cosas con perspectiva. Hicimos la maleta y rumbo a Oporto. Allí me enamoraré de sus calles bohemias, puentes, el Duero, las tabernas y sus vinos, el pescado, el carácter de las portuguesas, los cientos y cientos de escaleras, las conversaciones que arreglan el mundo, las horas dormidas, el café... Ojalá no se queme ni un árbol más.

La vuelta ha sido dura pero me siento muy agradecida por todo el cariño que recibo. Muchas personas, aún sin saber lo que pasa por mi mente, se acercan a mi para dar sin esperar nada a cambio. O quizá sea yo la que está más pendiente de esas cosas ;)

Lo que han visto mis ojos...


   
   

  

Palabras de ... una princesa*


2 comentarios:

KATREyuk dijo...

Qué bien te veo... consciente del mundo, honesta, vital... más hermosa que nunca, y no hablo del físico.
Qué el nuevo año te depare mil maravillas y siga alimentando tus raíces para que sigas creciendo igual de espectacular.
Un abrazo

Ah, y felicidades por el First y las fotos ;)

M.LL dijo...

Ay Katre! Cuánto tiempo! Muchas gracias por tus palabras. Siempre las tengo muy en cuenta.

Un abrazo grande.

P.D.: Hace mucho que nos debemos un café.

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