Feliz 35 Cumpleaños... ¿a mi? ¡A túu!

Bueno pues otro 25 de agosto más que pasa...
Los que me conocen bien saben que el día de mi cumple no me gusta demasiado. Estoy especialmente sensible por cosas negativas que han ocurrido pero, poco a poco, se va rompiendo la maldición.

Sigo echando de menos a los que tengo lejos y aún más lejos. Aunque he tenido la suerte de pasar una semana con mi hermano en Alemania. Viaje que ya contaré en otro post.

Me han llamado personas que hace tiempo que no veía y me ha hecho mucha pero que mucha ilusión;  mi amiga Pipi que no sólo me ha llamado, sino que después me ha grabado un audio para decirme lo mucho que me quería; mis amigas... comida, café y batidos argggg me encantan estas reuniones en las que no paramos de hablar y reír; wasaps y mensajes de facebook que agradezco enormemente; mensajes después de una quedada que expresan muy buenas impresiones; mi familia y espectacular sobri bailando juntas las canciones de Elmo y Barrio Sésamo como locas en el salón; soplar tres veces las velas de mis "30"; y para terminar el día, un poquito de incienso que me ha regalado mi veci. Lo reservaré para "esos momentos".

A decir verdad, he echado de menos a tres personas. De la primera... me lo esperaba, más que nada por su forma de comportarse a lo largo del tiempo; la segunda, aún queda esperanza por la diferencia horaria. Aunque si no llega a hacerlo, puedo llegar a enterderlo por la escasa relación que tenemos; pero la tercera si me ha dolido. Mi cumpleaños era la excusa perfecta para dejar un mensaje que se pudiera leer entre líneas "- Felicidades. Que pases un buen día". (Ha pasado el tiempo suficiente como para decirte que todo está bien, tranquilo entre nosotros. La tormenta ya se pasó. Estamos bien aunque cada uno siga su camino). En fin, en el fondo sentía esa necesidad de saber que, después de todo lo compartido, no terminaríamos tratándonos como auténticos desconocidos. Como si no hubieramos existido el uno para el otro. Debe ser que sí.

Me quedo con un sabio consejo que me han dado al respecto:

"Da a la gente el mismo valor que te dan a ti. Y pierde el mismo tiempo que pierden contigo".

Creo que he empezado este nuevo año con buen pie. No puedo evitar tener esta sensibilidad que todo lo percibe (y tampoco quiero), pero dentro de mi locura me siento serena. Y eso es algo que aprecio muchísimo.

Así pues, tal y como dice la canción, estoy muy agradecida y emocionada (y cantándola he despedido a mi familia después de la cena) por todos los que han dedicado un momento del día a pensar en mí y así me lo han hecho saber; también, por los que van llegando tarde e incluso, por los que no se han acordado y espero poder tomarme aunque sea un café con ellos en algún momento...


GRACIAS

Palabras de... una princesa* 




1 comentarios:

KATREyuk dijo...

Este año se me ha pasado... pero el año que viene no me olvido, si mi móvil se olvida lo reviento!
Un abrazo

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