Pausa

Siempre he creído (y alguna vez lo he mencionado) que una de las cosas más difíciles a la que nos hemos de enfrentar en la vida es la toma de decisiones. Algunas de ellas deben tomarse en pareja pero cuando la otra persona no está dispuesta y delega en ti toda la responsabilidad, no te queda más remedio que coger el toro por los cuernos. Y eso hice... una vez más.

Relación tras relación, voy conociéndome un poco más a mí misma. Soy de las que agota el último cartucho tal vez por ese deseo de que funcione... No lo sé.

Lo cierto es que no valgo para continuar en una relación si me siento de una determinada manera. Y una vez llegado a ese punto, ya no hay quien me pare pese al dolor, pese al miedo, pese a todo. 

Así pues, otra persona que se aleja mientras yo remiendo las costuras. Aunque esta vez no es como la primera, ni como la segunda. No estoy en la casilla de salida como al principio ;D

Los treinta y tantos son una preciosa década. Dadas las circunstancias empiezo a plantearme la posibilidad de querer ser madre o no, siendo consciente de que puede ser un camino que recorra yo sola o tal vez sea un camino que no necesite recorrer. Intento que el reloj de la vida no me agobie. Tan solo relajarme y disfrutar. Continuar alcanzando metas mientras tenga personas con quiénes compartirlas. 

Como se suele decir, el amor es solo una porción del queso; un parcela de tu vida... Si algo os causa dolor, recordad esta frase de mi profe de yoga: "sois libres de deshacer cuando queráis".¡Me encanta!

Palabras de... una princesa*