El Viento


Tiene el viento costumbre 
de soplar desde ti,
y traerme el perfume 
y el olor de tus labios.
Multiplica la acción 
que provoca tu aliento,
y envuelve mis mitades
contigo y con mi prisa
por volver a tus brazos.
Acaricia los árboles
y sacude sus ramas,
hace del día un vals
muy triste de abandono
y aposentos vacíos.
Trae consigo la lluvia
inventora de charcos 
que contienen secretos
de las cosas que duelen,
de océanos colgados
del pesar de no verte,
de la aflicción de hacerlo
con la memoria sólo.
Piélagos muy profundos
donde naufraga el día
y del que brotan sombras
que se me instalan dentro.

Pero tienen las horas
en las que el viento sopla
susurrando tu nombre,
una cara escondida
que consigo encontrar
si camino despacio
por la linde del sueño.

Llego a pagos ocultos
donde está la esperanza
y la ilusión profunda
que me provoca amarte,
el poder de flotar
sobre todas las cosas,
el valor de escoger
caminos que estremecen.

Un lugar donde el sol
se inventa cada día,
donde los horizontes
solo están en el pecho
y más allá no hay nada.
Un espacio infinito 
al que tienen acceso
únicamente enfermos
absolutos de amor.



Palabras de... Pepe Viyuela.




[No llegará el día en que vea a este hombre recitar sus poemas en vivo y en directo. Otro sueño que cumplir...]