Bye, bye 2014!

No es necesario terminar un año para comenzar una nueva etapa en tu vida, plantearse sueños y objetivos que cumplir, hacer balance y tomar decisiones... Pero el tiempo se mide en periodos y "un año" parece una extensión de tiempo más que apropiada. No dura demasiado pero sí lo suficiente como para vivir situaciones que por algún motivo han grabado una huella en tu corazón.

Es complicado acordarse de todo pero,...¡Vamos allá!

El 2014 me ha regalado muchas cosas buenas:
- Lo más maravilloso ha sido la llegada de mi preciosa sobrina. 
- He aprendido que la palabra "amistad" está sobrevalorada y que hay personas que realmente hablan con el corazón y no esperando que las palabras se las lleve el viento.
- He recordado otras lecciones que viene bien repasar.
- He disfrutado mucho con la fotografía, obteniendo mejores resultados de los esperados.
- Los problemas son más pequeños de lo que realmente son.
- El miedo paraliza.
- Absolutamente todo en esta vida es Transitorio.
- Aprender a escuchar el sonido del silencio.
- "Stay hungry, stay foolish!"
- Decir "No" pensando en ti, te evitará muchos problemas con los demás.
- Quien se esconde detrás de una máscara, siempre da pistas de quien es realmente.
- He tomado una decisión importante y me siento orgullosa de ello.
- Jamás se puede llenar el vacío que dejan otras personas.
- Continúo aprendiendo de los errores.
- ...

Tengo ilusión en este nuevo año que comienza. Tengo esperanza y metas que cumplir. Lo que más ansío en este mundo es que mi gente esté bien, que tengan salud y paz, aunque sea un tópico. Tan sencillo como eso y, si cabe decirlo, también para mí. Por pedir... que no quede ;D

Os dejo una cita que leí y que me gustó un montón:

"Lo que ves en mi, está en ti"

Que la suerte os acompañe ahora y siempre.


Palabras de ... una princesa*

Lo que faltaba...

"Lo que faltaba. Ahora vas y me recuerdas lo que no hice. Me señalas lo que nos faltó. Lo que debería haberte hecho y no te hice. Lo que debería haberte dicho y no pronuncié. Lo que debería haber sentido y jamás sentí. O lo que no fui capaz de poner. La omisión, esa culpa por lo que no se ve, ese reproche al vacío de lo que ya se fue. Nadie debería echarse en cara lo que faltaba. Y sin embargo, cuántas ausencias fueron más causa que consecuencia, cuántas relaciones se acaban por razones ajenas a la realidad.
Lo que faltaba. Siempre lo que faltaba. Sólo y únicamente lo que faltaba. No sé qué tiene lo que faltaba, que jamás puede llegar a ser compensado por lo que sí estuvo, por todo lo que sí se dio. Es así de jodido. Así de inexorable. Así de mal. Te guste o no. Y es que por muy completa que fuese tu relación, por mucho que se exprimiese el amor, siempre habrá más cosas que se quedaron fuera. Porque todo fuera será siempre más grande que cualquier dentro. Por definición. Por eso el dentro es más precioso. Por eso hubo que protegerlo lo mejor que supimos. Por eso al cabo del tiempo se nos escapó. Por eso se nos escurrió entre los dedos. Porque se diluyó lo que sí teníamos entre todo lo que faltaba y todo lo que al final nos faltó.
Lo que faltaba. Lo que ya no puedes ni deseas cambiar. Por mucho que lo intentes, ya es tarde y ahora sería hasta de mal gusto, fatal. Como ese beso en la mejilla de cualquier ex. Como esas cartas que no son ni devueltas al remitente porque el destinatario ya cambió de dirección. Como esa llamada perdida en el móvil del que ha muerto, que nadie se molesta ni en contestar. Las cosas que llegan tarde no es sólo que estén desfasadas, es que están mal. No sólo por su momento, sino por su intención. Porque es la intención la que se nos quedó caduca. Y nos recuerda lo que sentimos y ya no está vivo. Lo que fuimos y jamás volveremos a ser. Porque volveremos a ser otra cosa. Pero eso ya no.
Lo que faltaba. Verte preciosa. Verte radiante. Verte feliz. Todo lo que siempre quise para ti. Y resulta que sólo lo consigues gracias a no estar conmigo. Esa luna llena que hoy todos admiran está patrocinada por este sol que ya se va. Justamente el único selenita que sobraba en el firmamento de tu vida. Me voy atardeciendo y tornándome rojizo, enfriándome de a poco y a sabiendas de que cuanto más me ausente, mejor estarás, mejor te irá. Para que otros puedan contemplar la belleza de lo que hicimos juntos. Lo mucho que tú eres gracias a lo poco que yo fui. Y mientras, sigo vagando por la otra cara del mundo, tratando de convencerme de que volveré a encontrar otro satélite, aunque los dos sepamos que ya no hay más.
Lo que faltaba. Encima va y me dices que ahora sí que has cambiado. Que has aprendido tanto de nuestra ruptura y de nuestra relación. Que cometerás quizá otros errores, pero esos ya nunca más. Ahora que ya aprendiste, ahora va y lo va a disfrutar el siguiente. Él, ese individuo al que aún no conoces ni tú, pero que ya puede contar con toda mi envidia y frustración. Él, sin duda algo menos capullo que yo, que te encontrará al final de nuestro camino y no tendrá que pasar por lo que pasamos los dos. Él, un cualquiera que te llevará hasta vete tú a saber dónde, y si lo consigue, si es que tiene el valor y el coraje de conseguirlo, siempre habrá sido gracias al recorrido que juntos hicimos los dos.
Dale las gracias por conseguir todo aquello que yo no supe.
Y una buena patada en los huevos. Que eso también nos faltó. H"
Supongo que al leer este sobrecogedor artículo de Risto, más de uno somos capaces de recordar algún capítulo de nuestra vida. 
Palabras de ... Risto Mejide*

El poder de una sonrisa

No es el primer vídeo que subo de este tipo. Son muy visuales, directos y muy atractivos. ¿Quién no se queda embobado observando cómo dibuja un artista?

Pues sí. Las sonrisas son tan poderosas como contagiosas. Las hay de mil maneras.

Hice un mini experimento en Alemania. Los alemanes tienen fama de ser fríos, cuadriculados, de semblante serio... Y me dije, ¡No puede ser!

Mientras cenábamos, comentábamos tales cosas por lo que me dispuse sonreír a varios germanos que pasaban por allí (a dos o tres, no más ¿ein?). Y, efectivamente, en esos casos devolvieron la sonrisa. Resulta más que agradable cuando alguien te la devuelve.

Bueno... aquí va. Espero que os guste.


Palabras de... una princesa*

Ahora o Nunca

A veces la vida nos sitúa en un punto de inflexión. 
Situaciones límite que nos hacen replantearnos quiénes somos,en qué momento estamos, que nos llevamos con nosotros.

Si tuvieras la opción de saber el día que vas a morir ¿querrías saberlo? La ignorancia ¿hace que vivas más intensamente tu vida? Y de saberlo... ¿qué deseos querrías cumplir?

En ocasiones, la muerte no avisa. En cambio otras, te concede ese flaco favor. 

"Dos preguntas:
- ¿Has encontrado la felicidad en tu vida?
- ¿En tu vida has proporcionado felicidad a otros?"


Haz tu lista de deseos. Ahora o nunca.Y empieza a luchar por ellos. Si no llegas a cumplir algunos, no te preocupes. Te queda la satisfacción de haber luchado por ellos, por ti. Además, llegado el momento, puedes dejarla como legado para que otro los alcance por ti.

La ausencia de objetivos hace que la gente vague por su senderos sin rumbo. La felicidad es el camino.

"Encuentra la alegría en tu vida"

Aquí os dejo un pedacito de esta peli que me ha emocionado... y mucho: "Ahora o Nunca"

    


Palabras de... una princesa*