Con tal de avanzar por el buen camino, me animé a ir a un taller de meditación que impartía mi profesora de yoga.
Fue una experiencia muy enriquecedora. Aprendes mucho de las personas, sus vivencias, miedos, metas...
Todos tenemos un fin común: conseguir que nuestra mente sea libre. Apartar todos esos velos que nublan nuestra capacidad de decisión; combatir la negatividad que alimenta nuestros miedos internos...
Entre los ejercicios que hicimos, hubo uno que me llamó especialmente la atención. Cantamos un mantra:
"OM KUMARA KUSHALO DAYAYEI NAMAHA"
que viene a decir algo así como "saludos a la divina madre que bendice a los niños".
Hombre, dicho así, parece que suena un poco raro. Pero cuando lo cantas siguiendo la música, se crea un ambiente un tanto mágico e inusual. La profe te pide que te concentres, que cierres los ojos. Y después, la sigues en el cántico. Mi primera reacción fue abrir un ojo para comprobar que, efectivamente, la gente se hallaba inmersa en tal acción. Como ves que sí, te relajas y te pones a ello.
Si tenéis la oportunidad, os invito a que probéis.
Para terminar este post, os dejo una frase de mi profe de yoga que sintetiza muy bien qué es ésto de la meditación. Espero que os guste y que lo pongáis en práctica.
"La práctica de la meditación me ayudará a despejar esos grises nubarrones de mi mente que me impiden apreciar el sereno azul de mi cielo interno".
M.B.
Namasté
Palabras de ... una princesa*
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