Crisis versus amor

Últimamente tengo la sensación de que mi vida pertenece a un capítulo de "Sexo en Nueva York" ajajaj.

Poco a poco el número de rupturas amorosas se suceden y nuestro grupo de amigas se convierte en una especie de terapia de grupo donde intentamos lamernos las heridas y animarnos a seguir hacia delante.

Cada vez que algún corazón se rompe, intentamos encontrar el motivo oculto ya que ellos no rompen con una explicación clara. Reconocen un sentimiento fuerte y especial hacia nosotras. Somos maravillosas, guapísimas, inteligentes. Hasta es posible que se arrepientan algún día de terminar con esa historia. Sin embargo, casi todas las rupturas existe un patrón común: nos sentimos abandonadas.

El otro día, en una de nuestras terapias vía wasap, y analizando el comportamiento inmaduro de uno de ellos, una de mis amigas expuso su teoría. A ver que os parece y, cito textualmente:

" Hasta que no se pase este periodo de mierda, no encontraremos un hombre en condiciones. Ahora todo el mundo tiene una sensación de miedo... Y así, no cabe arriesgarse. Se sienten inseguros y un hombre inseguro es como un trozo de bayeta ".

Tiene su parte de razón y otra parte que no.

Que nadie se equivoque. No rechazamos al género opuesto. Más bien lo contrario. Deseamos que funcione. Deseamos compartir con ellos nuestro yo más profundo. Explorar y aprender. Pero son tantos casos los que acontecen a nuestro alrededor, tan cercanos... Que ansiamos encontrar el problema para solucionarlo. No es normal encontrarse con tanto cobarde.

Anyway, bastará un cruce de miradas para empezar otra vez a soñar.

Palabras de... Una princesa*.

1 comentarios:

KATREyuk dijo...

No creo que sea fácil tratar estos temas, pues dependen de cada persona. Por un lado, las mujeres suelen tener otras expectativas, por otro, los hombres otras, y quizás falte entendimiento entre ambos géneros, ausencia de conversaciones de calidad y espejos, pues no creo que siempre sea culpa del hombre, y más teniendo en cuenta que que las mujeres sois las que lleváis la sartén por el mango (no, no es una metáfora)
Un abrazo niña

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