A thousand words

¿Qué dirías si tan solo contaras con mil palabras? Las últimas mil que salieran de tu boca...

¿Cómo reaccionarías si tu vida estuviera ligada a un árbol... si por cada palabra que pronunciaras, una de sus hojas se cayera y a su vez, uno de los hilos que componen tu existencia se rompiera?

A menudo hablamos y creemos que, en verdad, las palabras se las lleva el viento.Pero eso no es cierto. Muchas de ellas llegan a nuestros oídos quebrantando nuestra paz, arañando el alma, castigando el corazón.

Decimos, contamos sin expresar ni comunicar nada. Y a su vez, no escuchamos.

Teniendo un número limitado de palabras nos aportaría una gran lección: pensar más lo que decimos y a quién se lo queremos decir. Nos valoraríamos y valorarían más pues sería un lujo regalarlas así como recibirlas. Llenaríamos de sentimiento cada conversación sin arrepentimientos y tendríamos más con menos.

Ya no habría falsos "te quiero". Todo sería más intenso y verdadero. Desarrollaríamos nuestro lenguaje corporal. ¿Nos daríamos más besos? ¿Haríamos más el amor? mmmm ;D. La meditación sería una práctica diaria permitiéndonos conocernos mejor a nosotros mismos...

Hagamos las conversaciones más pausadas; invirtamos el tiempo en contar hasta diez antes de hablar; pasemos más tiempo mirándonos; disfrutemos los silencios y, usemos la boca para algo más que divagar!!!

 

Os dejo con esta maravillosa película culpable del post de hoy. Es genial!!


Palabras de... una princesa*


Me perdonas? Te perdono

Qué curiosa es la mente humana. Puedes pasarte meses y meses e incluso años sin encontrar una respuesta, sin encontrar sentido a nada... y de repente, un día, ves la luz.

Ahora lo entiendo todo. Existía un abismo entre tú y yo. No importaban las veces que lo intentáramos ni los detalles, ni los viajes ni las cenas... siempre terminábamos precipitándonos al vacío.

Te tengo miedo. Sí, así es. Miedo a dejar de ser yo, a apoyarme tanto en ti que me anule como persona. Miedo a la duda, a ser incapaz de tomar decisiones. No soportaría perderme de nuevo.

Ha llegado el momento de sacarnos esa espina y que cicatricen las heridas. Porque necesito superarlo. No puedo avanzar sintiendo miedo por esa persona que tanto amé y tan feliz me hizo.

Perdonarnos y devolvernos la vida sea cual sea nuestro destino.

Palabras de... una princesa*