Tengo un retraso!!! (de posts jaja)

Cuántas cosas han pasado y yo sin escribir!! :o


Hace unas semanas regresé a Lisboa, una ciudad que no te deja indiferente. Es la segunda vez que visito la ciudad y me ha llamado la atención la profunda huella que ha dejado la crisis en este lugar.


Según caminaba por las calles, recordaba anécdotas del viaje anterior. Muy buenas por cierto. Y descubrí callejones repletos de encanto y color.


Considero éste un viaje emotivo dada mi hipersensibilidad.


Durante mi visita al Castillo de San Jorge, iba caminando un tanto ensimismada mientras palpaba con mis manos uno de los muros del castillo. Fue entonces cuando me di cuenta de que un pequeño papelillo blanco estaba escondido entre las piedras del muro. Lo cogí. Lo abrí. Había escrito un mensaje anónimo para mí.
En ese instante me sentí la persona más especial del mundo.


No hallé respuestas en el viaje. Esas que tanto ansío. Pero sí obtuve una conclusión: la felicidad se encuentra en los pequeños detalles. Y resulta realmente sencillo hacer feliz a una persona (conocida o no) con tan solo un pequeño gesto.


P.D.: Por supuesto, volví a escoder el papel en otra parte del castillo para que otra princesa desconocida u olvidada pueda encontrarlo.

Palabras de... una princesa*.