Proceso de aprendizaje

Llevo un tiempo ausente... en standby. Se supone que el tiempo pone todo en su sitio, que me dará respuestas con las que poder tomar decisiones. Pero no es así. Los días pasan y sigo igual, igual de indecisa.

Voy aprendiendo cosas por el camino (ya es algo ¿no?). Voy descubriendo el cinismo de las personas. Aquellas que pasan por tu vida como estrellas fugaces. Esas que brillan tan intensamente que agotan su energía y se desvanecen pero dejando rastro. 

Comprendes que las palabras se las lleva el viento cuando te diriges a quien no le importas.

He aprendido que cuando alguien te dice lo maravillosa y especial que eres es sinónimo de despedida. Y que las personas que te quieren permancen a tu lado pase lo que pase, te equivoques o no.

He visto personas sin escrúpulos, sin valores ni respeto por los que le rodean. Una sociedad sin valores donde predomina el mal y los buenos pertenecemos a la minoría. Debería ser al revés ¿no?
Asusta un poco la verdad.

Cada vez me resulta más difícil el hecho de encontrar a alguien que te vuelva completamente loco de amor y que esa persona te corresponda sinceramente. Debe ser como una lotería o una especie de milagro.

Son tantas las máscaras que llevamos puestas que llegará el día en que no nos reconozcamos frente al espejo.

¿Quiénes somos? ¿Dónde vamos? ¿De dónde venimos?
Palabras de... una princesa*