De cabeza o a bomba, tú decides

He aquí un gran dilema...
¿Qué es más correcto: arrepentirse de algo que has hecho o arrepentirse de algo que no has hecho?
Esta pregunta da lugar a un amplio debate. Podemos aferranos al argumento de "quien no arriesga, no gana". Sin embargo, existe la opción de arrenpentirse si perdemos en vez de ganar.
El arrepentimiento es un sentimiento lleno de culpabilidad. Nos hace frágiles y vulnerables. Esa culpa puede destruirnos si la acción emprendida resultó ser equivocada.
¿Qué hacer entonces? Si no nos atrevemos a dar ciertos pasos nunca encontraremos respuestas ni hallaremos la verdad.
Otro argumento válido es escuchar la voz de nuestro corazón. Sin embargo, y como ya escribí en un post, el corazón puede traicionarnos.
Tal vez esta pregunta sólo puede ser contestada por valientes o cobardes, por la razón o el corazón, por los ambiciosos o conformistas... dependiendo de la circunstancia y el grado de responsabilidad que uno sienta al decidir.
Yo apuesto por tirarme a la piscina (siempre y cuando tenga agua) y taparme la nariz (para evitar que me entre agua), sentir que mi cuerpo es más ligero (como los problemas), escuchar la ausencia del ruido, refrescar las viejas ideas y hacer hueco a otras nuevas...
Vivir cada día como si fuese una pequeña vida. De este modo, "cada error en cada intersección, no será un paso atrás sino un paso más" (Vetusta Morla) y no tendremos miedo de asumir riesgos porque cada día que vivimos nos ofrece una nueva oportunidad de ser felices.