Caso sin resolver

Llevamos varios días pensando en las vacaciones. No sabemos si Nueva York y Las Vegas o también añadir San Francisco y Los Ángeles. Cuanto menos aviones mejor, eso seguro.
 Cada vez que pienso en ello se me pone un nudo en el estómago. ¿Y por qué? Por mi hermano. Siempre hemos planeado los viajes juntos o casi siempre, pero ha estado en los últimos años. Tiene muchas ganas de ir a Nueva York pero después de cómo fueron las últimas vacaciones, ya no es lo mismo por muchas razones. Él es diabético y necesita comer en restaurantes y nosotros no podemos permitirnos eso por falta de presupuesto. La convivencia fue dura el viaje anterior. No estábamos conectados. Conseguimos calmar los ánimos aquella tarde sentados en el parque de Estocolmo gracias a Javi. A mi no me escuchaba.
Y desde entonces, tengo una ansiedad que se va y viene. Aperece de forma inesperada, sin razón aparente y no me permite terminar de comer ni respirar hondo. Sea lo que  fuere, se ha despertado algo en mi desde ese viaje y parece haberse acoplado al lado de mis luciérnagas.¡Maldita!
A pesar de todo, recuerdo ese viaje como un largo sueño. Cada tres días me despertaba en un lugar distinto, sintiéndome cada vez más vulnerable y emocionada por la experiencia que estaba viviendo.
Entre nosotros la situación se ha normalizado. Hay mucho cariño de hermanos pero sin profundizar en nuestras vidas personales. Prometí no volver a pasar por algo así. No sé  el por qué, pero sigo pagando las consecuencias y no logro descifrar la causa de la ansiedad. Todo se habló. Todo terminó bien. Pero es mi hermano y me cuesta romper ese vínculo que tanto nos unió: viajar. Fue muy duro para mi e imagino que para él también. Tal vez, él ni se imagine el hecho de volver a organizar algo juntos o lo mismo, si se lo planteo me llevo un NO rotundo. Yo que se. Me da miedo que se ofenda si se lo cuento y no forma parte del plan porque creo que no hay otra salida después de lo que pasó. Esta decisión es mi responsabilidad pero no depende sólo de mí. ¿Tengo que dejar de pensar en él y ocuparme de mi?
¿Será este mi próximo destino? Pensar en las vacaciones no debería generar estrés jejej

Palabras de... una princesa.

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