Receta para perder el MIEDO

Una vieja amiga ha venido a verme después de muuuuucho tiempo y ha traído consigo un pequeño regalo. Se trata de un libro muy singular que me ha arrancado más de una carcajada. Ella siempre me regala libros muy interesantes como éste.
LA CUEVA EN LA QUE NUNCA ENTRA NADIE
El miedo está siempre escondido porque es muy asustadizo. A veces se esconde tanto que no sabes por qué tienes miedo [...]. Cuando el miedo nació, ayudaba a protegerse de los posibles peligros, pero nuca iba solo: le acompañaba la sensatez y la lógica, dos primas poco divertidas y muy amigas. Un día se fue el miedo solo, sin esperarlas. En mitad del camino el viento del norte le rozó por la espalda: se asustó tanto que se volvió inmenso como una montaña y se escondió dentro de sí mismo. Fue entonces cuando se convirtió en cueva. El miedo, cuanto más se escondía, más profundo se vuelve y menos sirve para protegerse. Por eso nunca hay que dejarlo solo.
 Receta para perder el miedo:
1. Tres rugidos de león. Hay que enfadar al león para que ruja. Si no vives cerca del zoológico, puedes rugir tú mismo.
2. Medio kilo de lágrimas de fantasma. Pregúntale a tu abuela si conoce alguno.
3. Un pellizco de melancolía de ogro. Son difíciles de econtrar, suelen vivir en los cuentos, aunque podemos tener alguno de vecino.
4. Cantar en voz alta. Al miedo le da mucha rabia.
5.  Hacer una mermelada y tomarla con rebanadas de gritos.
 P.D.: ¡Felices Reyes!
Palabras de... "Recetas de lluvia y azúcar" (por E. Manzano y M. Gutiérrez).

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