Y ahora ¿qué?

Ya se ha pasado el puente y gracias a él, se han aliviado mis dolores de garganta. Van conmigo y con mi profesión.
Nos espera un futuro desalentador (yo como siempre tan optimista): el cambio climático, generaciones ni ni, estrés, individualismo, descenso de natalidad... Me resulta extraño cómo estamos auto-destruyéndonos cuando vivimos en una era repleta de avances y nuevas tecnologías ¿Qué es lo que falla?
Me encanta leer la letra de mis padres o abuelos con esa caligrafía tan elaborada que, de no ser por las faltas de ortografía, sería un verdadero arte.
Mi padre está escribiendo un libro. Siempre ha dicho que quería escribir sus memorias pero no le creí capaz de hacerlo. No obstante, más que sus memorias, está escribiendo un tipo de novela fictícea que es más un reflejo de su propia vida de lo que él se cree. Y ahora que está pre-jubilado, ha decidido que es el mejor momento para hacerlo. ¿No es algo increíble? Yo no tendría tanta imaginación. Es una época difícil para las personas. Supongo que cuando uno se jubila, lo primero que se te pasa por la cabeza es Y ahora ¿qué?
Por lo que se ve, nunca es tarde para dar un giro de 180 grados a tu vida.
Poquito a poco va desmenuzando la historia de Ramón y a mi me ha tocado la ardua tarea de corregir las faltas de ortografía y expresión.  ¡EXPRESIÓNNNNNN! Cuántas veces me habrá regañado la profe de literatura de 3º de B.U.P. por lo mal que me expresaba escribiendo. De todas formas, es un honor para mi. A ver cómo acaba la historia.
Palabras de... una princesa.

0 comentarios:

Publicar un comentario