Faltan 16 horas para que empiece el solsticio de verano. El final de curso ya llegó. Me propongo hacer un análisis con su síntesis al respecto. Siempre que el mes de junio amenaza con despedirse, es una obligación en mi trabajo plasmar por escrito en un papel que nadie lee las reflexiones finales sobre el año de trabajo que tan ansiadamente finaliza. Así pues, y a modo de ejemplo, me propongo inmortalizar en este papel virtual mis reflexiones absurdas a fecha de hoy.
Cambié de dirección para buscar un nuevo queso y poder ver las cosas desde otra perspectiva. Y así fué.
¡Es increíble lo diferentes que podemos llegar a ser las personas! Este hecho es evidente. No es malo. No es bueno.
Basándome en una tercera impresión, observando desde la perspectiva del silencio, puedo decir de forma objetiva que no encajo. Y ¿quién soy yo para juzgar a nadie? Tal vez yo soy igual de necia. Sin embargo, no puedo evitar tener mi propia opinión sobre lo que veo a mi alrededor. Pertenezco a la raza humana. Será que pienso demasiado.
Estoy en un buen momento. Soy FELIZZZZZZZ. Estoy tranquila. No obstante, todo se desmorona a mi alrededor. Si vienes a mi y me hablas con el corazón, ¿por qué no puedo hacerlo yo también? La gente sólo quiere hablar y hablar, pero no está dispuesta a escuchar porque las verdades duelen.
Miro hacia un lado, sólo veo egocentrismo. Miro a otro, veo cinismo. Las cosas más banales parecen fundamentales. Risas irrisorias se escuchan de fondo a plena luz. Y es que... no encajo y no quiero encajar porque lo que veo, no me gusta.
Será que estoy sufriendo una metamofosis kafkiana (no sé si dice así). Tal vez, todas estas intuiciones signifiquen que me he hecho mayor y veo las cosas tal y cómo son. ¿Vaya mierda no?
Echo de menos las confidencias. Las miradas de complicidad con algunas personas. Sentir que formo parte de un todo, aunque sea pequeño. No quiero que las cosas me pasen desapercibidas. Quiero ver una peli y recordar siempre esa frase del guión. Quiero mirar al cielo y ver un barco, un dragón u otra cosa en vez de una nube. Nunca olvidar los renglones torcidos de ese escritor conocido o no... No quiero ser del montón, aunque para los demás resulte inadvertida , que lo soy.
A pesar de ser la pieza que no encaja en el puzle, todo está ok. Tiene que estarlo.
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